Un nacimiento inapropiado – Estudio de un caso práctico ganado
Sara Espeja PeraltaTable of Contents
Contexto
Nuestra clienta, J, se quedó embarazada en octubre del 2015 y tomó una decisión difícil: interrumpir el embarazo. Pidió cita en BPAS en Portsmouth donde se aprobó llevar a cabo el aborto el 14 de octubre de 2015. Pidió anestesia general y la colocación de un implante porque no podía quedarse embarazada otra vez.
Se interrumpió el embarazo el 24 de octubre de 2015 en BPAS y, al parecer, un médico clínico le dijo que el mejor método anticonceptivo para ella era el Nexplanon. Le dijo que podía introducirse tras la interrupción. En ese momento informó a los médicos y a los enfermeros de que estaba en tratamiento por epilepsia y que estaba tomando carbamazepina (200mg por las mañanas y 400mg por las noches) desde hacía muchos años. La carbamazepina tiene un efecto de inducción enzimática, que aumenta el metabolismo de las hormonas femeninas, lo que hace que el cuerpo elimine el medicamento del organismo más rápido y baje el nivel sanguíneo. Cuando se acelera el metabolismo en una mujer que usa anticonceptivos hormonales, estos pueden resultar menos efectivos y puede dar lugar a un embarazo.
A pesar de esto, a J le dijeron que el Nexplanon era el anticonceptivo más adecuado para ella. J no sabía nada del tema y confió en la información que le dieron los profesionales. J dijo claramente que no quería volver a quedarse embarazada y que estaba tomando carbamazepina para la epilepsia.
Por lo tanto, le pusieron el dispositivo Nexplanon en el brazo izquierdo el 24 de octubre del 2015. Antes del procedimiento, informó a la enfermera de que había tomado carbamazepina a las 06:00 esa misma mañana y era algo que se veía claramente en el informe médico.
Todo parecía ir bien en un principio y el implante de Nexplanon no le molestaba en absoluto. No tuvo efectos secundarios ni se encontró mal y siguió con su vida como si nada.
Sin embargo, a principios de diciembre del 2017, 26 meses después de que le insertaran el Nexplanon, J se quedó embarazada. Tras pensárselo mucho, J decidió seguir con el embarazo porque no podía pasar por otro aborto.
J fue a todas las consultas prenatales en el hospital y en su centro de salud. No se encontraba bien durante el embarazo. Tenía dolores de cabeza y mala gana. Se le hizo un seguimiento de la presión arterial y su médico de familia la mandó al hospital el 10 de mayo del 2018 porque la tenía alta y también tenía náuseas.
J padeció de preeclampsia y síndrome HELLP igual que en su anterior embarazo. La placenta era demasiado pequeña y el bebé dejó de crecer. Debido a eso, le hicieron una cesárea de urgencia y le pusieron anestesia epidural. La hija de J nació a las 27 semanas y se quedó en la unidad de cuidados especiales para bebés varias semanas tras el parto. Tras darle el alta en el hospital, siguió necesitando oxígeno suplementario hasta mayo del 2021.
Proceso civil
J instruyó a Nicholas Leahy, del equipo de abogados de negligencias médicas de Osbornes Law, para interponer una reclamación contra el British Pregnancy Advisory Service por un nacimiento inapropiado.
Se consiguieron pruebas favorables de un experto en salud sexual y reproductiva (por incumplimiento del deber y causalidad) y de un experto neumólogo en diagnóstico y pronóstico.
El experto consideró que el BPAS incumplió su deber al recomendar a J el implante de Nexplanon, sabiendo que estaba tomando medicación para la epilepsia. Además, la opinión del experto decía que el personal de BPAS cometió un error al no explicar ni avisar de los efectos de la medicación y tampoco le aconsejó un método alternativo como un dispositivo intrauterino.
La hija de J nació de forma prematura a las 27 semanas. En cuanto al diagnóstico y al pronóstico, se obtuvo un informe del experto neumólogo que diagnosticó a la hija de J con una importante enfermedad crónica pulmonar debido al nacimiento prematuro (displasia broncopulmonar en el prematuro). Pensaba que la hija de J corría un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias asociadas a enfermedades víricas en edades tempranas e incluso durante la adolescencia y la edad adulta.
El proceso
Se envió una carta de reclamación al BPAS el 6 de septiembre del 2019. Sin embargo, se negó responsabilidad en una carta de respuesta entregada el 27 de abril de 2020. La parte contraria argumentó que J fue propiamente informada de todas las formas posibles de anticoncepción y que les dio el consentimiento para la inserción del Nexplanon. Los demandados afirmaron que hablaron de la posibilidad de que la carbamazepina y el Nexplanon hagan reacción, aunque no pudieron presentar pruebas de que mantuvieran esta conversación.
También se negó la causalidad, argumentando que ningún método anticonceptivo es 100 % fiable, y, en cualquier caso, J tuvo la posibilidad de interrumpir el embarazo en diciembre del 2017. Alegaron que J sabía que el bebé podía nacer con discapacidades porque la carbamazepina puede causar anomalías en el feto y J no tomó ácido fólico en su embarazo.
Tras la negación de responsabilidad del BPAS, los abogados Katarina Sydow de Outer Temple Chambers y más tarde Tom Gibson de Outer Temple Chambers fueron instruidos para aconsejar a J sobre las probabilidades de ganar la reclamación.
Durante el proceso civil, se vio claramente que la hija de J estaba progresando mucho mejor de lo que se esperaba en un principio, aunque siguió con oxígeno suplementario por las noches hasta mayo del 2021. BPAS solicitó los historiales médicos actualizados y los obtuvieron en 2021.
Nacimientos inapropiados – La ley
Los tribunales han limitado bastante los daños que se pueden reclamar en un caso de nacimiento inapropiado, por lo que en el presente se puede poner una reclamación por:
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Una cantidad convencional (ahora son £15 000) si la parte demandante no fue libre de decidir si aumentar su familia o no;
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daños personales de la madre causados por el embarazo y el parto, y los gastos y daños imprevistos consecuentes; y
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los gastos adicionales de criar a un niño, teniendo en cuenta sus discapacidades.
J reclamó la cifra convencional, una suma por el dolor y el sufrimiento provocados por un embarazo no deseado, costes adicionales por criar a su hija, teniendo en cuenta su discapacidad. Lo que incluye los cuidados requeridos para llevar a su hija a la consulta de varios hospitales y asegurar que su hija tuviera oxígeno suplementario todas las noches.
Las partes no se pusieron de acuerdo en cuanto a la negación de responsabilidad. Sin embargo, a principios del 2022 tras un periodo de negociación donde se intercambiaron varias ofertas, se acordó con la parte contraria una cifra de cinco dígitos.
Nicholas Leahy, el abogado de Jen el departamento de negligencia médica en Osbornes dijo:
Los nacimientos inapropiados son complejos y con reclamaciones muy interesantes. Es un área de la ley que los tribunales todavía interpretan con regularidad. Este caso en particular fue muy angustioso para J, pero me alegra que al final pudiéramos conseguir un buen acuerdo que reconoce el daño innecesario que se le causó por su embarazo no deseado.
Si cree que ha sido víctima de una negligencia médica y quiere saber si tiene derecho a interponer una reclamación, póngase en contacto con nosotros llamando al número 020 4516 9259 o envíenos un email a sara.espeja@osborneslaw.com.
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